¿Qué es el amor?

Creo que esa pregunta ha retumbado en la mente de muchas personas… y pocos han sabido definir con “certeza” lo que podría ser el amor.

No hay una definición específica, puesto que es algo que todos miran de diferente manera, lo sienten de diferente manera, e incluso lo reciben y dan de distinta forma.
Con sinceridad, nunca me había esforzado por responder esa pregunta… hasta hoy

(27-Octubre-2011)

Podría decirse que alguna vez lo sentí, o creí hacerlo, como todos, y aún sabiendo eso, tal vez pueda llegar a una conclusión, una que solo me interesa hacerle saber a una persona, de manera que la entienda y nunca más me vuelva a preguntar qué es.

¿Cómo empezar?

Me he tomado la libertad de preguntarle a diferentes personas qué es, y lo primero que todos responden es “un sentimiento”. Según mi buena amiga wikipedia, un sentimiento es el resultado de una emoción, y una emoción es un fenómeno psicofisiológico  que representa modos de adaptación a ciertos estímulos ambientales o de uno mismo.

¿Y eso que?

Podemos decir que el amor es un sentimiento, pero en mi opinión eso no sirve de nada, podemos tener ese sentimiento y no saberlo usar, no saberlo identificar y realmente no sentirlo, sino creer que lo sentimos en base a lo que la humanidad, desde siempre, ha considerado algo “amoroso”.

He comparado el amor con un juego, e incluso con piedras que pateas en la calle, pero a estas alturas no me atrevería a compararlo con otra cosa más.

Creo que eso llamado amor es la cima, y por tanto, hay que escalar demasiado. Pareciera que ahora comparo el amor con una montaña, pero solo es una metáfora.

Para llegar a ese tan afamado sentimiento, supongo se deben pasar por muchas cosas antes, no se puede “amar” algo de la nada sin “saber porque”. Eso no es amor, para nada lo es.

 Para amar algo hay que conocerlo, comprenderlo, observarlo, verlo (From, E.). Pero creo que eso no es todo, y ni siquiera es el orden adecuado:

Lo que primero se hace es ver… ver, solo ver… seguir viendo, sentirse absorbido por ese ser … y seguir viendo. Es aquí cuando se entra a la observación… vez cada detalle, cada cosa, cada virtud, cada defecto, y aún sabiendo, y creyendo “conocer” todo lo anterior… se llega la comprensión y aceptación de ese ser tal y como es.

Lo anterior podría ser un ciclo básico para ir entrando “en calor” (-8 …

 Sin embargo es algo mucho más profundo.

“Se habrán dicho muchas cosas, se habrán escrito muchos libros, pero mientras tu corazón no lo sienta, nada sabrás del amor verdadero”

De todas las frases cursis y ridículas de internet que había leído, tal vez esa es la más coherente, más no la más cierta.

Claro, el amor es sentir, el problema es saber cuándo lo sentimos.

¿Alguna vez nos hemos preguntado por qué queremos estar con otra persona?

¿Por qué tenemos esa necesidad de tenerla cerca?

¿Por qué prácticamente todos los días queremos verla?

Esas necesidades son, obviamente, una sensación de carencia. Buscamos el cariño en alguien más, nos refugiamos en sus abrazos o besos… y ese(a) que nos ofrece su cariño es por lo mismo que uno mismo busca: Porque “sentimos” que nos hace falta.

Esa “intensidad del apasionamiento, ese estar locos el uno por el otro, como una prueba de la intensidad de su amor, cuando sólo muestra el grado de su SOLEDAD ANTERIOR”…

Definitivamente, buscamos a alguien por la propia necesidad de ya no estar solo, no por el deseo de ofrecerle a alguien todo el bien que se pueda, para hacerlo sentir bien, para tratar de hacerlo feliz…

  

Entonces… creo que ya puedo decir que es el amor:

El amor es el ofrecerle todo lo que puedas a alguien, sin esperar recibir lo mismo a cambio, ya que todo el cariño que se ofrece sale desde el corazón, el “sentir” que debes hacerlo porque el otro lo necesita, ser feliz haciéndolo feliz… 

Tratar de ser lo que el otro busca, aún sabiendo que tal vez no puedas cumplir todas sus expectativas, y sin embargo, no dejar de hacerlo…

Tener en cuenta que no solo existes tu mismo, sino que hay alguien más a tu lado, alguien que tiene los mismos órganos, pertenece a un mismo tiempo, un mismo espacio… y sin embargo es diferente, y aún siendo diferente, tratar de ser uno mismo con él.

Tal vez es unir 2 mundos en 1, tal vez es vaciar una mente en otra, tal vez es combinar ambos corazones… para intentar una conexión cursi y ridículamente posible.

Pero lo más importante de amar es no decir que amas, porque entonces estarías suponiendo que lo haces. Y amar no es de decir, es de hacer. Entonces amar es una acción, amor un sentir, por tanto, una definición que me gustaría escribir es:

“Sentir que debes actuar en base a las necesidades del otro, y no a las tuyas”

¿Cómo puedes decir que amas a alguien haciéndolo gritar?

¿Cómo puedes decir que amas a alguien haciéndolo enojar?

¿Cómo puedes decir que amas a alguien haciéndolo llorar?

Llorar… todos han hablado del “llorar por amor”

Llorarle a que ¿? Al que vuelva… ¿Para qué? ¿Para ya no seguir sol@?

Hay tantas falsedades, interminables de hecho… y podría asegurar que esto que he escrito no representa ni el 30% de lo que realmente pienso.

Tal vez después pueda continuar este documento, pero por lo pronto… es todo.